In: Mungi, A., C. Elorza, I. Billabeitia, eds.: 2003. Arte y pensamientos en la era tecnológica (Bilbao: Universidad del País Vasco, 2004), pp. 123-133.

EL OCTAVO DÍA

EDUARDO KAC

"El Octavo Día" es una obra de arte transgénico, que investiga la nueva ecología de criaturas fluorescentes que está evolucionando en el mundo entero. Desarrollé este trabajo en el Instituto de Estudios de Arte, Arizona State University en Tempe, donde fue expuesto en el año 2001 (1). Las criaturas fluorescentes existen aisladas en laboratorios. Vistas en conjunto, forman el núcleo de un nuevo sistema sintético bioluminiscente. La obra acopla formas transgénicas vivientes y un robot biológico (biobot), en un medio ambiente albergado bajo una cúpula transparente de plexiglás de 1,50m de diámetro, haciendo visible cómo sería si estas criaturas existieran de hecho en el mundo exterior.

ECOLOGÍAS TRANSGÉNICAS

Según entra el espectador en la galería, se ve primero una semiesfera azul resplandeciente contra un fondo oscuro. Esta cúpula semiesférica de 1,50m brilla con su luz interna azul. También se oye un sonido constante del mar rompiendo en la orilla, que evoca la imagen de la tierra vista desde el espacio. El sonido del agua sirve como metáfora para la vida en la tierra (aumentada por la imagen de la esfera azul) reforzada con un vídeo de agua en movimiento proyectado en el suelo. Para ver "El Octavo Día" el espectador es invitado a "andar sobre el agua".

"El Octavo Día" presenta una ampliación de la biodiversidad mas allá de las formas de vida salvajes. Como un sistema ecológico artificial autocontenido, es resonante con las palabras del titulo, que suma un día al periodo de creación el mundo, narrado en las escrituras judeocristianas. Todas las criaturas transgénicas en "El Octavo Día" están creadas a través de la clonación de un gen que tiene el código para la producción de la proteína fluorescente verde (PFV). Como resultado, todas las criaturas expresan el gen a través de la bioluminiscencia, y su brillo es visto claramente por todos los visitantes de la galería. Las criaturas transgénicas en "El Octavo Día" son plantas PFV, amebas PFV, peces PFV y ratones PFV. (2) Aunque se puede pensar que "El Octavo Día" es pura especulación (sobre un futuro hipotético), un examen más cercano de los desarrollos contemporáneos, revela que la ciencia ficción se ha vuelto ciencia de facto. Con "El Octavo Día" llamo la atención al hecho de que ya existe una ecología transgénica. (3) Los cultivos transgénicos son polinizados por insectos que vuelan de un sitio a otro. Animales transgénicos se encuentran en granjas por todo el mundo. Peces y flores transgénicos están siendo desarrollados en varios países para el mercado ornamental global. Frutas-vacuna transgénicas están siendo desarrolladas en varios países. Variedades nuevas de animales y vegetales están siendo desarrollados, como por ejemplo cerdos con genes de espinaca, cepas con genes de gusanos de seda, y patatas con genes de abejas y polillas (4). No nos damos cuenta de la complejidad de la transformación cultural mientras conducimos junto a un campo de trigo, o cuando nos ponemos una camiseta de algodón, o cuando bebemos un baso de leche de soja. "El Octavo Día" dramatiza esta condición juntando seres originalmente desarrollados aisladamente en laboratorios, ahora escogidos y criados específicamente para "El Octavo Día". La reproducción selectiva y la mutación son dos fuerzas claves en la evolución. "El Octavo Día" toca literalmente la cuestión de la evolución transgénica.

BIOROBÓTICAS TRANSGÉNICAS

Un biobot es un robot con un elemento biológico activo dentro de su cuerpo que es responsable de aspectos de su comportamiento. El biobot creado por "El Octavo Día" tiene como "células cerebrales" una colonia de amebas (PFV) llamadas Dyctiostelium dis coideum (5). Cuando las amebas se dividen o se mueven en una dirección en concreto, el biobot exhibe un comportamiento dinámico dentro del medio que lo encierra. Los cambios en la colonia de amebas (las "células cerebrales") son monitorizados por el biobot y son la causa de su movimiento durante la exposición.

El cuerpo del biobot funciona como un biorreactor, alimentando y criando la colonia de amebas. El biobot tiene una forma biomorfa y el "cerebro de amebas" se puede ver a través del biorreactor transparente. Estas "células cerebrales" forman una red dentro del biorreactor deteniendo el comportamiento individual, y funcionando como un organismo singular y multicelular más grande, que responde a los estímulos de su medio ambiente. Esta red de amebas -junto con el sensor interno y un ordenador (6)- constituye la "estructura cerebral" del biobot. La función del sensor interno es seguir el movimiento de las amebas, y el ordenador manda órdenes para mover las patas del biobot respondiendo a tal movimiento. El biobot tiene seis patas (7). Cuando las amebas se mueven en la dirección de una de las patas, esta pata se contrae haciendo que el biobot se incline hacia adelante. A menudo una de las patas se contrae mientras otra se estira y vuelve a su posición original. Creando una secuencia de movimientos más compleja, ascendiendo y descendiendo, inclinando y estirando, el movimiento se convierte en señal visual de la acti vidad de las amebas. El biobot funciona también como avatar de los participantes de la Web dentro del medio ambiente. Independiente del movimiento del biobot, los participantes de la red pueden controlar su sistema visual (8) con un actuador pan-tilt (barridos horizontales y/o verticales). El ascenso y descenso autónomo, el movimiento de inclinar y estirar proporciona a los participantes de la Web una nueva perspectiva del entorno. El comportamiento global percibible del biobot es una combinación de la actividad que ocurre en la red microscópica de las amebas y en la red macroscópica humana. Humanos y amebas "se encuentran" en el cuerpo del biobot, y afectan cada uno la experiencia y comportamiento del otro, produciendo a través de su unión un "dominio consensual" efímero.(9)


LA VISTA DESDE EL INTERIOR

Dentro de la galería, los espectadores pueden ver el terrarium con las criaturas transgénicas, tanto desde dentro como desde fuera de la cúpula. Mientras están fuera de la cúpula mirando hacia dentro, alguna otra persona conectada a la red ve el espacio desde el punto de vista del biobot mirando hacia afuera, percibiendo el medio ambiente transgénico y las caras o los cuerpos de espectadores locales. Un ordenador online situado en la galería, da también al visitante local la oportunidad de ver y sentir la obra como si estuviera fuera de la galería, en la Internet.

Al principio, los visitantes locales de la galería pueden creer que su mirada es la única mirada humana que contempla los organismos en la cúpula. Sin embargo, una vez que han navegado por la interfaz de la web, se dan cuenta de que espectadores lejanos pueden vivir y sentir el ambiente a vista de pájaro, mirando a través de una cámara montada por encima de la cúpula. Entonces, mediante barridos horizontales (pan) verticales (tilt) y zooms, pueden ver de cerca humanos, ratones, plantas, peces y el biobot. Por lo tanto, desde el punto de vista del espectador "online", los visitantes locales de la galería forman parte de la ecología de criaturas vivientes protagonistas de la obra, como si estuvieran encerrados en una webesfera (websphere).

Con el hecho de facilitar a los participantes la posibilidad de ver el medio ambiente dentro de la cúpula desde el punto de vista del biobot, "El Octavo Día" crea un contexto en el cual los participantes pueden reflexionar sobre el significado de una ecología transgénica desde una perspectiva en primera persona.

LA CONDICIÓN HUMANA TRANSGÉNICA

La coexistencia tangible y simbólica de lo humano y lo transgénico, muestra que los humanos y otras especias están evolucionando de maneras nuevas. Dramatiza la necesidad urgente de desarrollar nuevos modelos con los que entender este cambio, y demanda la interrogación acerca de la diferencia, teniendo en cuenta clones, transgénicos y quimeras. El Human Genome Project (HGP) ha mostrado que todos los humanos tienen en su genoma secuencias que proceden de virus (10), adquiridas durante un largo periodo evolutivo, lo cual muestra que nuestros cuerpos contienen ADN de organismos no humanos.


A fin de cuentas, esto significa que nosotros también somos transgénicos. Antes de proclamar que todos los transgénicos son monstruosos, los humanos deben mirarse a sí mismos y reconocer su propia "monstruosidad", su propia condición transgénica. La creencia común de que los transgénicos no son naturales es una equivocación. Es importante entender que el proceso de mover genes de una especie a otra es parte de la vida salvaje (sin la participación humana). El mejor ejemplo es la bacteria llamada agrobacterium", la cual entra en una planta por sus raíces y así le comunica sus genes. Las "agrobacterium" tienen la capacidad de transferir ADN a las células de una planta e integrar el ADN en el cromosoma de la planta. (11)

"El Octavo Día" sugiere que las nociones románticas sobre lo que es "natural" tienen que ser cuestionadas y que el papel humano dentro de la historia evolutiva de otras especias (y viceversa) tiene que ser reconocido, al tiempo que miramos asombrados con respeto y humildad a este fenómeno maravilloso que llamamos "vida".


NOTAS

1 "The Eighth Day" (El Octavo Día). El equipo: Richard Loveless, Dan Collins, Sheilah Britton, Jeffery (Alan) Rawls, Jean Wilson-Rawls, Barbara Eschbach, Julia Friedman, Isa Gordon, Charles Kazilek, Ozzie Kidane, George Pawl, Kelly Phillips, David Lorig, Frances Salas y James Stewart. Gracias también a Andras Nagy, Samuel Lunenfeld Reasearch Institute, Toronto; Richard Firtel, University of California, San Diego; y Chi-Bin Chien, University of Utah, Salt Lake City.

2 Es importante decir que todos los organismos gozaban de excelente salud y sus necesidades diariamente satisfechas, antes durante y después de la exposición.

3 Esto es verdad sobre todo en EE.UU. dado que muchos cultivos (maíz, algodón, colza y soja por ejemplo) son transgénicos, pero también cada vez más en otras partes del mundo, especialmente Argentina, Canadá, China. De hecho, la American Association for Health Freedom indicó en 2001 que más del 60% de los alimentos procesados en EE.UU. contienen productos genéticamente manipulados, incluyendo refrescos, cereales, sopas, aceites, zumos, comida en lata, galletas saladas, levaduras, aliños para ensaladas, tentempiés y comida para bebes. Este porcentaje fué verificado por una investigación del International Food Information Council.

4 Los nuevos cerdos fueron creados en Japón por un equipo dirigido por Norio Murata, un profesor del National Institute for Basic Biology. Ver: "Los científicos insertan genes de espinaca en los cerdos para reducir grasas". Mainichi Shimbum, enero 24, 2002. Las uvas con genes encontrados en las larvas de gusanos de seda. El trabajo fue realizado en la universidad de Florida, encabezado por Dennis Gray profesor de Developmental Biology. El 15 de mayo 2001 la oficina de patentes concedió una patente para esta tecnología a la universidad de Florida y el Departamento de Agricultura de EE.UU. Las patatas con genes de abeja y polilla fueron desarrolladas para combatir las plagas de hongos de las patatas, la misma que causo el gran hambruna irlandesa de patatas en 1845. Ver: Milan Osusky y otros. Cationic Peptide Expression in Transgenic Potatoes Confers Broad- Spectrum Resistance To Phytopathogens Nature Biotechnology 17, 01 nov 1999, p.45 y Trisha Gura. Engineering Protection for Plants. Science, marzo 16, 2001 p.2070.

5 El Dyctiostelium discoideum es conocido también como moho del fango. Estos son clasificados en un grupo mayor llamado los eukarya (o eukaryotes), el cual incluye plantas y animales.

6 El sensor interno esta compuesto de: 1) LED azul para estimular el brillo verde de la ameba. 2) PC17YC cámara de video microscópica en color, (sensor CCD color, de 0,8 cm y 450 líneas de resolución; iluminación mínima de 2 lux; campo de visión de 74 grados), 3) un filtro amarillo especial para la cámara que permite bloquear la luz azul y captar el brillo verde. Un software específico vigila los cambios en la imagen de video y pasa la información a otro programa que ordena el movimiento de las patas del biobot.

7 Las patas del biobot están hechas de una variedad del nylon llamado nylatron, un material que contiene lubricantes sólidos que otorgan dureza, coeficiente de fricción bajo y buena resistencia al desgaste. Los músculos están hechos de una aleación con memoria de su forma original. Un material que se transforma termoelásticamente, que tiene la capacidad de volver a una forma predeterminada con la aplicación de calor.

8 El ojo del biobot esta compuesto de una cámara de video monocromo PC63xP (campo de visión de 70 grados, 380 líneas de resolución, iluminación mínimo de 1 lux)

9 Un "dominio consensual" no implica consenso; sino consensualidad , una coincidencia de lo sensual.

10 ver Brown T.A. Genoma (Oxford, UK :Bios scientific publishers, 1999), p.138; y Baltimore, David. "Our genome unvield", Nature 409, 15 febrero 2001, p.814-816. En correspondencia por e-mail (28 enero 2002) siguiendo conversaciones previas sobre el tema el doctor Jans Reich, Division of Genomic Informatics del Centro Max Delbruck en Berlin-Buch, dijo "la explicación para estos insertos [virales] masivos en nuestro genoma (el cual tiene el aspecto de una papelera) suele ser que estos elementos fueron introducidos en el genoma hace unos 10 a 40 millones de años (cuando éramos simios primiti vos todavía). El HGP implica que los humanos tienen cientos de genes bacteriales en el genoma. Ver: International Human Genome Sequencing Consortium. "Initial sequencing and analysis of the human genome", 15 febrero 2001 volume 409 nº 6822, p. 860. De los 223 genes codificados para proteínas que están presentes en bacterias y vertebrados, 113 casos se creen confirmados. Ver p.903 del mismo número. En la misma correspondencia, ya mencionada, el doctor Reich concluyo "parece que no es el hombre sino todos los vertebrados quienes son transgénicos en el sentido de que adquirieron un gen de un microorganismo"

11 Esta habilidad natural ha hecho de una versión genéticamente generada de la agrobacteria, una herramienta preferida de la biología molecular. Ver: Herrero-Estrella L. (1983). Transferencia y expresión de genes ajenos en plantas. Tesis PHD Laboratory of Genetics. Gent University, Belgica; Hooykaas P.J.J. y Shilperoot R.A. (1992). Agrobacterium and plant genetic engineering. Plant Molecular Biology 19:15-38; Zupan J.R. y Zambryski P.C. (1995). Transfer of T-DNA from Agrobacterium to the plant cell. Plant Physiology 107 : 1041-1047.


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