Eduardo Kac y su Arte Transgénico

Por Cristóbal Farriol

Publicado en arteycritica.cl, en abril de 2006

En la fundación Espacio Telefónica, se exhibe la muestra de Eduardo Kac “Obras
vivas y en red, fotografías y otros trabajos”. Este artista brasileño, radicado en Chicago,
generó gran controversia con su obra “Alba”, una coneja transgénica fluorescente. Así,
ya habiendo desarrollado una serie de obras en red, así como trabajos catalogodos como
“bioarte”, con “Alba”, Kac parte con su serie de arte transgénico.
En esta muestra, pueden encontrarse obras de estas tres categorías: en una sala
oscura, una planta logra su fotosíntesis con la luz de un datashow, que proyecta
imágenes en vivo provenientes de distintas webcam en cuatro puntos del mundo. Desde
una computadora, el espectador puede decidir si la planta recibe luz de un Paris de
noche, o de un Tokio de día. Así, a traves de la red, se contrubuiría a la prolongación de
la vida de la planta. Otra de las obras expuestas, “Génesis”, es un organismo
transgénico, cuyo método de elaboración resulta tan esencial en sus consecuencias
semánticas, que me veo obligado a darle todo un párrafo descriptivo.
Una frase que Dios dice en el Génesis, relativa al dominio del hombre por sobre las
demás especies, fue traducida al código morse. De esa traducción, tomó los puntos, las
líneas, los espacios entre letras y los espacios entre líneas, y a cada uno de ellos les
designó una de las cuatro letras que componen el código genético: A, T, G, C. Así, con
este proceso, la frase bíblica la convirtió en un código genético, con el cual mandó a
crear la “bacteria del Génesis”. Esta bacteria es expuesta en una sala, pero no es ahí
donde termina la obra. Desde su obra temprana, Kac ha trabajado en torno a instancias
dialógicas entre el espectador y la obra, entre los mismos espectadores, y la
interferencia que estos pueden tener sobre la obra. De este modo, sobre la placa donde
se disponen las bacterias, hay una luz ultravioleta que el espectador puede encender a su
antojo, la cual genera mutaciones en el ADN de la bacteria. Así, cada mutación de
código genético es traducida al Morse, y luego traducida al alfabeto romano, pudiendo
así leer las mutaciones que sufrió “la palabra de Dios”.
Desde luego, esta obra no tuvo la polémica de “Alba”, en donde la coneja fue
censurada y jamas pudo exhibirse. A la gente le puede resultar chocante una coneja
fluorescente, mientras las bacterias las matamos a diario al desinfectar el baño. Pero con
obras como “Génesis”, el desconcierto no va por el lado de la bioética, sino por el grado
de artisticidad de la obra. En la charla que dio el 28 de marzo, Kac comentó la anécdota
en que una pintora le dijo “tú no eres un artista, eres un científico”, a lo que él respondió
“entonces tú no eres pintora, eres una química”. La ingeniería genética trabaja a diario
para optimizar la productividad de distintos productos orgánicos. Kac se vale de esta
misma ciencia, como un medio para fines bastante alejados de la productividad, como la
reflexión en torno a la subjetividad y la comunicación. Sabemos perfectamente que Kac
nunca pretendió hallar en primer gen de la creación decodificando una frase bíblica (eso
solo sería posible en una película yanqui), pues el proceso de traducción que utilizó, si
bien es muy riguroso, no puede ser más arbitrario. Para empezar, escoge una frase entre
muchas, y más aun, la versión en inglés. Luego el Morse, donde las letras romanas son puntos y líneas, vaya a saber bajo qué criterio, y para rematar, el Morse es traducido a
códigos genéticos. Pero esta arbitrariedad no es sinónimo de irresponsabilidad ni nada
parecido, pues es la arbitrariedad inherente al lenguaje. La frase fue extraída del inglés,
pero aun habiendo sido tomada del original en hebreo, mucho más cercano a esa idea de
“origen”, el resultado no sería menos arbitrario. De cualquier forma que se decodifique
o traduzca, jamas podremos valernos de una frase para hallar esa esencia del primer gen,
ni acceder a lo natural último (o primero), esto es, lo real como lo nunca tocado por el
lenguaje, o aun no tocado por este.
Al final, en “Génesis”, puede interpretarse que Kac trabaja con la arbitrariedad del
lenguaje. Pero aun siendo arbitrario, aun teniendo esa imposibilidad inherente de
acceder a lo real y primitivo del origen de la vida, sí pudo hallar el primer gen. Pero este
no es el primer gen del misterio de la vida, sino el primer gen creado a partir del
lenguaje, y es en este sentido que sí puede hablarse del primer gen en su categoría.


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