Publicado en Clarín, November 24, 1999, Buenos Aires.

http://www.clarin.com/suplementos/informatica/99-11-24/t-01201i.htm


Arte digital: pinceladas en el ciberespacio

SERGIO GOMEZ

informatica2@inf.clarin.com.ar

Florencia. Marzo de 1998. El turista acaba de ver el David de MiguelAngel: en sus retinas lleva todavía la fuerza de la escultura, elsereno poder de la mirada. El hombre sigue su camino. Decide entrar a lavieja fortaleza del Basso, donde tiene lugar la segunda ediciónde Mediartech, reunión multimedial donde se junta lo másavanzado en informática y nuevas tecnologías aplicadas alarte. Ya dentro de la exposición, una habitación desoladamentevacía atrae al visitante. Sólo una silla, grandes pantallasparlantes, lo esperan. Nada de cuadros. Alguien se acerca y le conectasensores, uno en la frente, dos en cada lóbulo de las orejas. Lamano izquierda se desliza dentro de un sensor con forma de guante.

Después, un foco le ilumina la cara y una cámara de videose enciende. Los sensores que se habían conectado al cuerpo delhombre se enchufan también a una potente computadora. Ella registrarálas sensaciones, las dividirá en cuatro colores y las proyectarásobre una de las pantallas.

Sobre el otro monitor se proyecta el rostro con los sensores: ahoraestá rodeado de un aura cromática cuya forma e intensidad"varían según las características del navegante".Algo que explica Jesús Alido, el creador del sistema, un artistaespañol que tras 20 años de pintar de la forma tradicionalcambió los pinceles por la computadora, y jamás la dejó.

Ahora el espectador, convertido en "el navegante", es el creadorde su propia obra. Y aquí radica lo revolucionario del arte digital:cibernautas y computadoras interactúan, modifican la creaciónoriginal y desarrollan sus propios sentidos de lectura. Alterando las estructurasde la tradición, rompiendo con la lectura lineal que nació,hace 50.000 años atrás, con las pinturas rupestres.

Lo nuevo: la participación

Un año después, el espectador regresa a la cuarta ediciónde Mediartech. Pero ahora las cosas cambiaron un poco. Con el "wand",el bastón mágico que contiene un joystick con tres botones,y llevando unos livianísimos anteojos de cristal líquidoestéreo puede "meterse" en Las Meninas, pintadas por Velázquezen 1656. El resultado es que, a partir de ese momento, la lectura dejade ser pasiva. Cada espectador puede interactuar con los personajes y conlos cuadros que están en la habitación.

Es que la informática modificó para siempre las expresionesartísticas. Ese lenguaje nuevo, poblado de bytes, de algoritmos,está creando el arte del siglo XXI.

Las fronteras se abren. Con Internet, creadores como el brasileñoEduardo Kac pueden hacer que los cibernautas ingresen en sus obras y lasmodifiquen. Pueden hacerlo desde el sitio del Inter Communication Center(ICC). En su obra Uirapuru (un pez volador del Amazonas, al que Kac daun rol simbólico) aprovecha al máximo los recursos que leda la Web.

Los visitantes se comunican con el Uirapuru a través de una interfasede Internet que opera juntamente con sensores colocados en un bosque artificial.

Para disfrutar mejor de la experiencia, es aconsejable utilizar el sistemaVRML (Virtual Reality Modelling Languaje) junto al Real Player. El VRMLpermite navegar la Web en tres dimensiones, y en el sitio lo ofrecen enforma gratuita. La propuesta es mover al Uirapurú: los movimientosque los cibernautas hagan desde sus computadoras serán vistos enese mismo instante en Tokio. Además, pueden escuchar los sonidosde la selva amazónica, sumergiéndose en una espiral de colores.

Presencias virtuales

Los megaencuentros se multiplican: Ars Electronica, en Linz, Austria,desde hace 20 años analiza la relación entre las nuevas tecnologíasy la cultura. La edición de setiembre de 1999 tuvo como eje a la"revolución biológica", a la que se considera laprimera del próximo milenio.

La miradas son múltiples: las páginas web que muestranla premiada animación del proyecto espacial KEO son excepcionales.Un satélite será lanzado en el 2001 para regresar a la Tierradentro de 50.000 años. Envueltos por la música digital, loscibervisitantes pueden escribir y enviar mensajes: botellas lanzadas alocéano del espacio sideral, a la espera de que las encuentren loshabitantes del futuro.

En las páginas de los premios se pueden bajar excelentes imágenes.TIFF o en Fleshfactor del 97 obtener deslumbrantes archivos de másde 3.000 kilobytes (KB).

Mediartech hizo de la ciudad de Florencia, antigua capital del Renacimiento,el nuevo eje del Renacimiento Digital, donde pudo verse Tracking The Net,del grupo Fabricators. Por primera vez pudieron interactuar diez personassimultáneamente en una habitación cubierta por una mallareticular: un nuevo cable coaxial, llamado Live Wire, es sensible a lapresencia humana y a sus acciones, lo que permite efectuar modificacionesen la obra.

Si el cibernauta prefiere navegar y leer sólo en español,la feria sevillana Art Futura inauguró a principios de noviembresu nueva edición. En su homepage remite a los artistas españoles,el más recomendable de los cuales es Emilio López Galiacho.Su proyecto La piel capaz arroja a los cibernautas a los inquietantes ysugerentes "edificios-vampiro".

Boston 99, una galería de arte digital online abierta a todaslas experiencias creativas, es una de las páginas más atractivasde la Web en esta materia. Permite una plena participación del naveganteen la generación de la creación artística, ofreciendola posibilidad de participar en creaciones colectivas.

Quienes quieran quebrar la actitud meramente contemplativa y generaruna obra personal sólo tienen que seleccionar en la barra de herramientasel botón "Galería". Desde allí deberálanzarse a "Hyperarts Space", donde llegará a GraphicJam, la creación conjunta de Marck Napier y Andy Deck. Se tratade un foro de arte puesto en acción a partir de una pared de graffitisvirtuales, que brinda la posibilidad de expresarse en libertad, interactuandoy generando una obra en colaboración con otros autores. Una suertede chateo artístico, donde el aporte de un cibernauta es continuadoo modificado por los ocasionales visitantes que aterrizan en el sitio.

No todo termina en la Web

El torrente de bytes encuentra una expresión plásticaindividual en Leonardo, la revista online del Instituto de Tecnologíade Massachusetts (MIT). Allí aguarda paciente Nomads, exposiciónimperdible en la que hay que ver Digital Generation, de la brasileñaIrene Faigenboim.

Las propuestas argentinas encuentran en Ciudad Internet una muestrapermanente de arte digital llamada Gram que se hace de junio a diciembrede este año. Allí, el cibernauta se encontrará conque se pueden enviar sus obras vía mail (no pueden pesar másde 2 megabytes), las que son catalogadas en diversas categorías:junior, joven o adulto. El público puede votar una obra.

Y la relación arte-informática no se limita a Internet.Como nunca hasta ahora, los artistas tienen la posibilidad de acercarsea todos los públicos, hasta a los del mundo de los juegos. El mejorejemplo es Ring, cuyos escenarios y personajes fueron creados por Druillet,en colaboración con Benoit Sokal. El resultado de la unión:una obra que trae a las computadoras hogareñas la músicade Richard Wagner.

El nuevo lenguaje del arte espera a sus navegantes, para llevarlos alas fronteras que están más allá del futuro.


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